Apicultura

¿La miel puede fermentar: qué hacer si está agria, el motivo y cómo usarla?

Anonim

La miel natural es un producto único que se puede almacenar durante muchos años sin perder sus propiedades beneficiosas. Al mismo tiempo, muchas personas están interesadas en saber si la miel natural puede fermentar. De hecho, el néctar de abeja a veces cambia su estructura, adquiere un regusto desagradable y un olor a puré. Puede haber varias razones para este proceso. Estos incluyen la recolección demasiado temprana de miel, la presencia de impurezas en ella o la violación de las condiciones de almacenamiento.

Causas de la fermentación de la miel

La fermentación de la miel está asociada con la influencia de una variedad de factores. Definitivamente necesita familiarizarse con ellos para evitar problemas en el futuro.

Recolección temprana y altos niveles de humedad

La miel de abeja natural a menudo se fermenta cuando se cosecha demasiado pronto. Esto se debe al aumento del contenido de humedad en la sustancia. Cuando las abejas apenas comienzan a procesar el néctar, contiene aproximadamente un 60 % de agua. Esta consistencia no es propicia para el almacenamiento durante mucho tiempo. Durante la fermentación, los insectos extraen mucha humedad del néctar, dando a la masa una consistencia espesa. No contiene más del 18-20 % de líquido.

Al mismo tiempo, se permite usar miel joven solo en forma procesada, ya que contiene pocos componentes útiles. Si el contenido de humedad del producto es demasiado alto, lo más probable es que se agrie. Por lo tanto, está permitido bombear la masa no antes de que los insectos sellen los marcos con propóleos al menos un tercio.

Condiciones de almacenamiento incorrectas

Una razón importante para la acidificación del néctar de abeja es el uso de un recipiente insuficientemente sellado para su almacenamiento. En este caso, las bacterias ingresan al frasco, lo que activa el proceso de deterioro. Además, el néctar absorbe la humedad del ambiente. Esto provoca procesos de fermentación.

Además, la miel puede agriarse bajo la influencia de tales factores:

  • sustancia expuesta a la luz solar directa;
  • almacenamiento en interiores con mucha humedad;
  • efecto de las temperaturas elevadas;
  • almacenamiento en recipientes metálicos.

Si se violan las condiciones de almacenamiento, incluso el producto de la más alta calidad puede fermentar. La miel agria nunca se debe comer.

Estructura

El néctar natural después de un tiempo adquiere una consistencia turbia y cristaliza. Esto atestigua su alta calidad. Al mismo tiempo, la masa no se vuelve menos útil. Este proceso se considera bastante normal.

Si el producto se somete a la fuerza a un proceso de endurecimiento, su estructura a menudo cambia después del calentamiento.

Esto sucede con la miel que ha estado refrigerada durante mucho tiempo. La estructura del producto también cambia después del calentamiento. Como resultado, la masa a menudo fermenta y se deteriora.

Impurezas

La miel puede agriarse debido al hecho de que un apicultor sin escrúpulos agregó deliberadamente componentes extraños a la composición para aumentar la masa del producto.Para este propósito, a menudo se usa jarabe de azúcar o agua. La composición resultante se hierve varias veces. Como resultado, se parece a la miel ordinaria. Al mismo tiempo, la vida útil del producto se reduce significativamente. Además, pierde sus propiedades beneficiosas.

Desafortunadamente, detectar una falsificación puede ser muy problemático. La precipitación blanca plana, las manchas negras o la capa gris en el fondo del contenedor ayudarán a sospechar la falsificación. La vida útil de dicha sustancia no excede las 2 semanas. Al mismo tiempo, ya no será posible restaurar la miel fermentada.

¿Puedo comerlo?

Al comienzo de la fermentación, la masa tiene un agradable olor afrutado. Sin embargo, desaparece rápidamente. Al mismo tiempo, viene a reemplazarlo un pronunciado sabor a levadura. El proceso de fermentación se puede detener calentando la sustancia a +63 grados durante 20 minutos. Es importante considerar que durante la fermentación, la masa forma espuma. En este caso, antes de calentar, es importante eliminar la espuma de la superficie del producto.

En cualquier caso, después del tratamiento térmico, la masa pierde su utilidad.

Por lo tanto, no se recomienda el uso de dicho producto. A veces se permite comer miel procesada como parte de pasteles caseros. Es importante tener en cuenta el sabor del producto. Si el néctar tiene un sabor amargo o agrio, no debe comerse. Tal producto puede causar malestar estomacal, acidez estomacal y pesadez. También suele provocar diarrea y flatulencia.

Qué hacer con la miel fermentada

Si la miel acaba de comenzar a deteriorarse, pero aún no se ha vuelto amarga y no ha adquirido un olor desagradable pronunciado, el producto se puede guardar. Es importante tener en cuenta que esto conducirá a la pérdida de todas las propiedades útiles. Sin embargo, se pueden preparar pasteles u otros platos a partir de la masa dulce.

Antes de utilizar la miel fermentada con fines culinarios, se recomienda hacer lo siguiente:

  • Cuando aparece espuma en la superficie, hay que quitarla por completo con una cuchara. Es importante capturar parte de la masa virgen. Gracias a estas acciones, es posible detener la fermentación posterior.
  • Poner el recipiente en un baño de agua y calentar a una temperatura de +60 grados durante 1 hora. Un procesamiento tan largo conducirá a la pérdida de todas las propiedades útiles del producto, pero no hay otra forma de salvarlo.

Después de la exposición térmica, es posible obtener una masa dulce y fragante. De él puedes hacer pan de jengibre, pasteles, bebidas. Además, el producto se puede utilizar como adobo para productos cárnicos. Para darle a la masa un sabor característico, se puede mezclar con miel de alta calidad de otra colección. Para saturar el producto con un aroma agradable, utilice limón.

También se puede usar néctar de abeja fermentado para hacer aguamiel. Muchos apicultores notan el sabor excepcional de la bebida terminada.

La fermentación de la miel se considera un problema bastante común que puede estar asociado con varios factores. En la mayoría de los casos, la causa son las condiciones de almacenamiento inadecuadas, la recolección demasiado temprana del producto y la alta humedad asociada, la adición de impurezas a la composición. Además, un cambio forzado en la estructura del producto apícola por congelación o calentamiento puede convertirse en un factor provocador.